18 ene 2012

Cielo

Ella se levanta sin saber que día es, como ayer y como sera mañana. Vive el presente de una manera tan brutal y al extremo, vive sin saber que vive. Lee repetidamente el mismo libro por primera vez cada tarde, un nuevo comenzar a cada amanecer, hora, segundo y momento. Un principio sin fin, prolongado por el eco del destino, multiplicado por la misma infinidad, presa de la atemporalidad. No reconoce rostros ni nombres. Se mantiene desconectada de la realidad del mundo y no por su gusto. En su mirada se ve lo perdida que esta, su incomprensión, la duda y su incesante búsqueda de una respuesta que pronto se desechara. Su forma de vivir me da terror y miedo. Protagonista de un cuento de Borges, atada a la repetición hasta la llegada de ese "fin" inexistente a su saber. Admiro su lucha contra el enemigo que ya sabia era invencible. Espero que nunca se olvide de  respirar, como nunca se olvido de amar... y aunque la nebulosa se hace presente se que entre tanta tormenta jamas se olvidara de mi, por lo menos, no en su corazón.


Dedicado a mi abuela Isolina Manuela Duarte, a mi abuela Cielo. Y para el que no entendió lo que acabo de escribir es que ella padece de Alzheimer.

3 comentarios:

  1. La verdad es que me siento muy identificado con tus emocionantes palabras! Aunque mi abuela tiene deterioro cognitivo progresivo, es igual de doloroso, como si tuviera alzheimer. Y tambien muy dificil de asimilar!
    Saludos!

    ResponderEliminar
  2. Hermoso! Gracias por compartirlo. Se adapta a personas que amo y ya no están a mi lado.
    Gracias otra vez

    ResponderEliminar
  3. Mucha pinta el blog, ¡ya me daré otra vuelta y lo miraré con más tiempo! Un saludo.

    ResponderEliminar