27 ago 2014

Cuatro años de Mercurio

Las estaciones extraña y lentamente cambiaron pero no hay calor ni frió que llene tan inmensa oquedad. Mientras que el tren no pasa desde aquel día por los andenes muertos de esta Vía Láctea. Cada tanto el viento me pregunta si ese adiós sin adiós, encontrara algún día dicha contestación. Y yo sin saber que responderle, lo ignoro y me siento a esperar al inalcanzable mañana, que no sabe esperar, que siempre va un paso adelante. Y el hoy harto de cargar con el ayer y nunca poder tocar el mañana, se hunde tratando de encontrar una señal, algún mensaje o simplemente la respuesta a todo esto. Que lo aturde y no lo deja vivir en paz. Ya cuatro años han pasado en Mercurio y sigo sin encontrar el porque, como fue que el sol de un día para el otro dejo de brillar. Que hacer ahora sin luz, sin vida, eso realmente no lo se. No culpo ni discuto con el universo pero jamás escuchare al destino. No necesito perdonar ni que me perdonen, desgraciadamente cada uno es dueño de uno mismo. Simplemente, yo nunca... rompo una promesa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario